Lo ideal de los docentes que ejercen en aula es que activen los conocimientos previos de su alumnado cada vez que inicia alguna sesión o clase. Pero fuera del aula el proceso de enseñanza - aprendizaje continúa.
Una vez que estuve al tanto de que mis familiares no tenían mayores complicaciones la mente dejó espacio a la reflexión. Entre tanto rumoreo de todos quienes querían contar sus versiones, especular acerca de lo que vendría y encontrar todo tipo de consolaciones alejé mi preocupación hacia el estado en que se encontraban mis niños y niñas del colegio. Rápidamente entendí que al suceder el terremoto durante la madrugada las familias estarían unidas y por ende mis chiquillos estarían resguardados.
A tres días de aquella noche me pregunto si esto sirve de algo y es posible que si ya que cuando realizábamos la Operación DEYSE ( De evacuación y seguridad escolar) durante el año gran parte del alumnado no lograba entender la magnitud de un terremoto ya que solo habían vivido simples temblores, por ende, no habían aprendizajes previos que pudieramos utilizar para lograr la reflexión adecuada. Ahora espero que la respuesta sea diferente, que los tiempos de reacción sean los correctos y el comportamiento el adecuado pero también espero algo de nuestros colegas. Espero que las instrucciones y reflexiones a posteriori al toque rápido de campana y formación no se acote las sugerencias de seguridad solamente a la actitud que debiesen tener los estudiantes frente a situaciones de emergencia dentro del establecimiento sino también fuera de él para que puedan resguardar sus vidas pero también para que una vez que sean adultos coloquen sus esfuerzos en cooperar con quienes resulten afectados buscando la forma correcta de abastecerse a los días siguientes sin caer siquiera en la posibilidad de pensar en saquear locales para conseguir alimentos.
TODAS LAS SITUACIONES DE LA VIDA NOS DEJAN ALGUNA ENSEÑANZA.PROCURA BUSCARLA DÍA A DÍA Y ANALIZARLA ANTES DE DORMIR.
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